Skip to main content

Puede parecer contradictorio, pero los suelos de madera pueden funcionar muy bien incluso en condiciones climáticas extremas. La clave está en elegir bien el tipo de madera y saber cómo cuidarla. Este tipo de suelo, cálido y elegante, es más versátil de lo que muchas personas imaginan. En los próximos párrafos se analizan los climas más extremos donde los suelos de madera no solo son viables, sino recomendables.

¿Qué se considera un clima extremo?

Cuando se habla de climas extremos, se hace referencia a temperaturas muy altas o muy bajas, humedad constante o ambientes muy secos. También a zonas con cambios bruscos de temperatura entre estaciones o incluso entre el día y la noche.

Estos factores afectan directamente a los materiales de construcción. La madera, al ser un material natural, reacciona ante el entorno. Pero eso no significa que no pueda usarse con éxito en esas condiciones.

Climas fríos: la madera como aislante natural

En zonas de frío intenso, como las regiones de montaña o países del norte de Europa, los suelos de madera para climas extremos son una elección habitual.

La madera tiene una baja conductividad térmica, lo que significa que conserva mejor el calor interior. Esto ayuda a mantener una temperatura más agradable en el hogar durante los meses de invierno.

Maderas recomendadas para el frío

En estos entornos se recomiendan maderas como el roble, el haya o el nogal. Estas especies soportan bien la contracción y dilatación propias de los cambios de temperatura.

También son compatibles con sistemas de calefacción radiante, siempre que se instalen correctamente y se respeten los niveles de humedad en la instalación.

Ambientes secos o desérticos

Las zonas con aire muy seco presentan otro tipo de desafío. En estos climas la madera tiende a perder humedad y puede agrietarse si no se elige bien el material o no se realiza un mantenimiento adecuado.

Los suelos de madera para climas extremos en ambientes áridos deben ser estables y bien tratados desde fábrica. La madera de fresno o de bambú termotratado puede ser adecuada en estas condiciones.

Cómo prevenir la deformación en climas secos

En estos casos, es importante mantener una humedad relativa estable en el interior de la vivienda, entre el 40 % y el 60 %. Un humidificador puede ayudar en temporada seca.

También se recomienda usar maderas multicapa, ya que tienen una mayor estabilidad estructural que los suelos macizos en condiciones secas.

Regiones con humedad alta: ¿es la madera una opción segura?

En zonas tropicales o costeras, la humedad constante puede afectar a la madera. Pero existen soluciones técnicas que hacen que sea viable su uso incluso en estas condiciones.

Los tratamientos hidrófugos y las capas de protección antihumedad permiten que los suelos de madera para climas extremos puedan instalarse también en estos entornos.

Maderas tropicales: una buena solución

Las maderas como la teca, el ipé o el merbau tienen una alta resistencia natural a la humedad. Por eso, se usan con frecuencia en exteriores, pero también pueden instalarse en interiores húmedos.

Estas especies son densas, estables y tienen aceites naturales que las protegen del agua.

Zonas con cambios bruscos de temperatura

En algunos lugares las temperaturas varían mucho entre estaciones, o incluso entre el día y la noche. Esta variación puede hacer que la madera se dilate y contraiga de forma rápida.

Para estas condiciones se recomiendan los suelos de madera en formato flotante multicapa. Esta estructura evita la deformación al ofrecer una capa superior noble de madera natural y capas inferiores más estables.

Importancia de una instalación profesional

Una correcta instalación es esencial en este tipo de entornos. Dejar juntas de dilatación adecuadas y seguir las recomendaciones del fabricante puede evitar problemas a largo plazo.

También es recomendable utilizar barreras antihumedad y sistemas de anclaje que permitan la ligera movilidad natural de la madera sin que esto afecte al acabado final.

Factores clave a tener en cuenta al elegir suelos de madera para climas extremos

  • Tipo de madera: elegir especies con buena densidad, resistencia y estabilidad.
  • Formato del suelo: los suelos multicapa o flotantes tienen mejor comportamiento en ambientes exigentes.
  • Tratamiento de fábrica: barnices, aceites o procesos térmicos pueden aumentar la resistencia de la madera.
  • Mantenimiento: en climas extremos se requiere un mantenimiento más riguroso y periódico.

¿Es posible instalar suelos de madera en cualquier clima?

La respuesta es sí. Pero no todas las maderas sirven para todos los entornos. La clave está en adaptar la elección del suelo al clima donde se va a instalar.

Además, contar con asesoramiento técnico profesional garantiza que los suelos duren más, se vean mejor y requieran menos intervenciones a futuro.

Hoy en día existen soluciones en el mercado capaces de adaptarse a condiciones extremas, sin renunciar a la estética ni a la funcionalidad de un buen suelo de madera.

Deja una respuesta

WhatsApp chat